VIVENCIAS PERSONALES

Nuestra vivencia en la romeria del Rocio comenzo en el año 1978 estando trabajando en el plan de Irida del Coto de Doñana, coincidiendo primero con el rocio, despues con el rocio chico y el traslado de la Virgen de la Aldea del Rocio al pueblo de Almonte.

  El primer contacto con los almonteños fue extraordinario pues nos acogieron maravillosamente y nos trataron como uno mas, incluso icieron de niñeros con nuestras hijas para que pudieramos disfrutar de la fiesta en todo su apogeo.

  Hicimos amigos estupendos que con el paso de los años aun conservamos, y seguimos con la tradición de volver todos los años que nos permite el trabajo.

  Ya nos consideramos un poco almonteños, incluso somos hermanos de la hermandad matriz de Almonte, teniendo el orgullo de haber llevado a la Virgen en hombros, privilegio que solo se permite a los almonteños o las personas que ellos deciden.

  Es una fiesta que aparte de la devoción a la Virgen tiene su parte festiva donde se reunen las hermandades de todo el mundo y le dedican a la Virgen los cantes y bailes  con mucha devoción y alegría, aunque el dia grande es la noche del Domingo a Lunes, las hermandades comienzan a llegar una semana antes a la aldea con los simpecados de su hermandad al ritmo de las sevillanas, hay hermandades que comienzan el camino semanas antes pues llegan de muy lejos pero siempre llegan a la cita sin faltar un año.

   El salto de la reja es lo mas emocionante de toda la fiesta, donde se reunen mas de un millon de personas, que se pasan toda la noche en vela acompañando a la Virgen desde que sale de su ermita hasta que pasa por todas las hermandades.